domingo, 24 de febrero de 2013

Privilegios del ¡¡COJO!!

Parece mentira, pero llevo cinco días en Banff (Canadá), uno de los paraísos del hielo, y no estoy escribiendo nada relacionado con la escalada.
La  verdad es que el vuelo de ida ha sido como una montaña rusa, lleno de turbulencias. Aunque no siempre son estas provocadas por tormentas atmosféricas, sino que hay veces que te cruzas con gente, bueno, sin comentarios...
Sólo llegar a facturar el equipaje en Barcelona ya nos encontramos con una azafata "mal fo..." bueno, dejémoslo en que no obtuvo lo que quiso la noche antes y lo pagamos nosotros. Sobretodo cuando le pregunté si me podía conseguir algún asiento apto para mi pierna rota.
Por suerte el primer vuelo a Amsterdam no era muy largo y estábamos frescos.

Como siempre sonrientes en el primer vuelo

La cosa cambió en este aeropuerto, donde una azafata, muy alegre ella,  sólo de verme con la muleta me consiguió un "taxi" dentro del aeropuerto que nos dejó a Genciana y a mí al lado de la puerta de embarque. Lo mismo pasó con la conductora del "taxi", una rubia holandesa que parecía sacada de un catálogo de viajes por Holanda, que nos aconsejó que pidiésemos en la puerta de embarque la asistencia  en el siguiente aeropuerto, Montreal.
Solo llegar a la puerta de embarque ya se avecinaban turbulencias cuando me encontré con una especie de armario rapado y malcarado. Pero bueno, como yo no me quedo corto como armario, muleta en mano me fuí hacia él.

Por suerte buenas vistas y pocas turbulencias en el vuelo

Como era de esperar me dijo que me las apañase en Montreal, prové de explicarle de varias maneras que necesitaba asistencia, pero no hubo manera, supongo que pasó una noche parecida a la azafata de Barcelona.
Por suerte, un señor que cortaba más el bacalao que el orangután ese, después de verme discutir sin mucho resultado, nos consiguió unos asientos privilegiados con mogollón de espacio para mi pierna.
A parte de gestionarnos la asistencia en Montreal.

Asientos de lujo, je, je

¡El lado positivo de estar cojo!

Como un clavo teníamos la asistencia esperándonos en Montreal, pero todo lo bueno se acaba.
Para nuestra sorpresa nos encontramos con un CANCELLED de nuestro vuelo.

En la última escala en Toronto. 20 horas desde Barcelona

Entrando en una gran turbulencia que ya no dejamos hasta llegar a Calgary unas cuantas horas más tarde de lo previsto, con un vuelo de más y enlatados como sardinas.




lunes, 11 de febrero de 2013

Cuando la montaña dice ¡NO!


Hace años, escritos como éste empezaban con el típico "una motivante llamada...", años depués pasó a ser la mítica frase de "todo empezó con un e-mail...", pero en los tiempos que corren lo que yo recibí fué un WhatsApp (o wasap) lleno de palabras inacabadas y emoticonos a la altura del más complicado de los jeroglíficos egipcios.
Pero el mensaje estaba claro, mi buen amigo Pelut estaba megaincendiado por ir a escalar a la Oeste del Dru.
Poco tardó en motivarme a mí también y nos dimos caña con los preparativos.
No teníamos mucho tiempo. Pelut volvía del Dakar el 22 de enero y yo tenía que estar en casa el 8 de febrero.
Para colmo nos sale un pase en Vitoria el 24 de enero.
Con todo apunto, el 24 al mediodía salimos para Vitoria con la furgo llena de petates.
El viaje con Pelut se hace bastante divertido, todo y el jet-lag que lleva encima.
Después de disfrutar con el público del Mendi Tour y una entretenida cena con la organización, ponemos rumbo directo Chamonix.


Pelut acabando de preparar material en Chamonix

Nos esperan dos días de buen tiempo y el domingo el paso de una débil perturbación.
El sábado lo dedicamos a los últimos preparativos y a descansar con la intención de portear al día siguiente hasta el riñón del Dru.


Enlatados en Grands Montets


Ya con todo el material en Grands Montets







































Vistas de la Norte del Dru desde Grands Montets

Pero sinceramente, somos unos flipados. Trabajo nos lleva llegar con la mayoría de los bultos al final del la canal de bajanda desde Grands Montets.

Pelut jugando a los trenecitos



Montando reunión para bajar los petates

Hacia las ocho de la noche y reventados, nos tiramos en la tienda.
La débil perturbación anunciada se convierte en más de medio metro de nieve. Para desayunar toca em-pala-dilla de nieve fresca.


Al día siguiente después de la nevada

Cuando tengo la tienda casi despejada, una alud casi la sepulta por completo:
-"Pelut, ¿estás bien?"
-"Sí tio, pero con el espacio un poco reducido aquí dentro. ¿Qué ha pasado?"
-"Pues que ha caído una alud encima de la tienda. Pero tranqui que le meto caña a la pala."
A las dos paladas cae otra alud encima:
-"Ostia Tato, tengo las piernas atrapadas, no puedo moverme."
-"Tranqui que voy a muerte paleando."

Y después de los aludes

Me siento impotente con la pala y rajamos la tienda para que salga Pelut.
-"¡Por fin tio! estaba agobiadísimo."
-"No me extraña, yo con la pala le hacía cosquillas a la nieve."


Pelut saliendo de la tienda por la improvisada puerta

Tras varias horas de paleo conseguimos recuperar el material.

Paleando para recuperar el material

Por suerte todo el material recuperado

Con la tienda rota, mis esquís sepultados bajo dos aludes junto con las raquetas de Pelut, no nos queda otra que, pese a que no nos gusta nada la idea, utilizar el comodín de la llamada.
Horas más tarde estamos de nuevo con los petates en Chamonix explicando toda la movida a la Gendarmerie.
Esta vez ha ganado la montaña...
Nos refugiamos en casa de Marcel y Arnau, unos colegas catalanes que están viviendo en Chamonix.
Al día siguiente vuelvo a Grands Montets, esta vez con la ayuda de Marcel, Arnau y Morfú con la intención de bajar esquiando por la canal Rectilinia para recuperar unas cuerdas y algo de material que no habíamos podido recuperar.
Una buenísima bajada de más de 2000m de desnivel con varios tramos de excelente nieve polvo.




De nuevo con todo el material con nosotros decidimos aprovechar los días que nos quedan. Vamos a pinchar un poco de hielo a Cogne, donde tenemos unos colegas Vascos.
Con Pelut escalamos E' tutto relativo, una bonita cascada en el Valle de Lillaz, donde Pelut, después de coleccionar varios sextos de la zona, se estrena como "capo cordatta" en escalada en hielo en el último largo de la vía.

En el segundo largo de E' tutto relativo

Pelut acabando el segundo largo de E' tutto relativo

Pelut estrenándose como "capo cordata" en esto del hielo



Acabando el largo



Calor pero buen hielo y buenas condiciones.
Esta vez ocupamos el apartamento Vasco.
Para mañana decidimos ir a Repentance Super.

Repentance Super

Hasta aquí todo bien. Todo y el madrugón que nos pegamos, un problemilla con los crampones de Pelut, no nos deja ser los primeros en la vía.
Esperamos bajo la protección de una gran roca mientras una cordada de italianos escala el técnico primer largo lleno de coliflores.
Fuera ya de la linea de caída de hielo empiezo a escalar.

Escalando el primer largo de Repentance Super

Hay buen hielo pero las grandes coliflores obligan a escalar con delicadeza.
Noto el cansancio de estos días. Llego a una primera reunión en la roca, pero decido subir un poco más, ya que hay otra más cómoda unos metros más arriba.
Crítica decisión, ya que en estos metros más verticales me doy cuenta de que estoy realmente cansado. Estoy muy mal colocado y pongo un tornillo pensando que tengo suficiente pila, pero no.
Mis brazos ceden y me encuentro volando y viendo como la cascada va subiendo rápidamente hasta que un fuerte golpe en la pierna izquierda y un tirón de cuerda me dejan suspendido en el aire 15m más abajo.
Tullido, Pelut me descuelga hasta el suelo y llego al abrigo de la gran roca con fuertes dolores en mi pierna.
Aprovechando que todavía està la pierna caliente, decido volver a la furgo mientras Pelut espera que los italianos recuperen nuestro material.
Casi tres horas después llego a la furgoneta con la mochila más ligera gracias a la ayuda de Kapi, Erlantz, Lasa y Pelut, que me pillan en mitad de pateo de vuelta y me vacian la mochila de material.
Por pura rutina decido ir al día siguiente al hospital en Chamonix y, asombrado veo en las radiografías como tengo el peroné roto.

Resultado: peroné roto

Esta vez, sí que volvemos a casa!


Es de agradecer la rapidez con la que la Gendarmerie nos sacó de la ratonera.

Gracias por la ayuda que nos han dado Marcel, Arnau, Morfú y Pumukie en Chamonix y a Kapi, Erlantz, Lasa y Txefe en Cogne.

Pues nada, ahora paciencia y un poquito de relax.

Apa, salut i bones escalades!!